El futuro del trabajo no se define por escritorios, horarios ni contratos rígidos. Se define por propósito, flexibilidad y colaboración global. En el South Summit, los fundadores de compañías como Jokiella y CPHAB compartieron su visión sobre cómo liderar equipos en un mundo en constante cambio. Lo que surgió fue mucho más que una conversación sobre home office: fue una declaración sobre el nuevo contrato social entre talento y empresas.
Flexibilidad: mucho más que elegir dónde trabajar
Hablar de trabajo flexible no es solo hablar de remoto o presencial. Según los oradores, hay tres pilares esenciales:
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Dónde trabajás (casa, coworking, oficina, cualquier parte del mundo),
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Cuándo trabajás (full time, part time, asincrónico),
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Cómo trabajás (empleado, freelance, híbrido).
La pandemia no cambió las reglas, solo aceleró un cambio inevitable. Lo que podría haber tomado 20 años, sucedió en 2.
El modelo híbrido es el nuevo normal
En EE.UU., el 53% de las personas ya trabaja de manera híbrida. En Europa, el escenario es más heterogéneo: países como España ofrecen poca flexibilidad para sus propios trabajadores, pero atraen nómades digitales que trabajan para empresas extranjeras. En contraste, países como Estonia, Alemania o el Reino Unido lideran la adopción de modelos laborales más ágiles.
El resultado: el modelo híbrido no es una moda, es una estrategia. Y quienes no lo entiendan, verán cómo el talento se va por la puerta (virtual).
La oficina no murió, pero cambió su propósito
Las oficinas que imponen la presencialidad sin sentido están viendo altos niveles de rotación. En cambio, empresas como Atlassian y Blablacar están rediseñando sus espacios como lugares de colaboración, creatividad y aprendizaje. La clave: no obligar, sino invitar con propósito.
Freelancers: ¿el enemigo o el futuro?
Lejos quedó la idea de que los freelancers “no se comprometen”. Hoy representan libertad, diversidad de proyectos y adaptación rápida. En EE.UU., se espera que para 2030, el 50% de la fuerza laboral sea freelance. Europa no se quedará atrás.
Para las empresas, esto representa una oportunidad de acceder a talento global sin fricciones burocráticas. Y para los trabajadores, una manera de ejercer su carrera con autonomía y propósito.
La experiencia del empleado se volvió estratégica
El trabajo ya no es solo el salario o la ubicación. Es pertenencia, cultura, propósito y bienestar. Las empresas que entienden esto están diseñando su Employee Value Proposition (EVP) con un enfoque holístico: desde el diseño de la oficina hasta la forma de liderar equipos, todo importa.
En Brandformance Group, creemos que el trabajo del futuro ya llegó. Y no se trata de adaptarse para sobrevivir, sino de liderar para evolucionar.